Después de un título, ante Atalanta, y ocho partidos oficiales después, Carlo Ancelotti sigue tocando teclas para mejorar el juego del equipo. Las sensaciones transmitidas son compartidas por la gran mayoría: el equipo no está ordenado, los delanteros ocupan zonas similares, no hay demasiado organización y los centrocampistas corren más de lo que deberían. Hay argumentos claros para explicar los problemas actuales. El cambio de Toni Kroos por Kylian Mbappé es un cambio sustancial.
La estadística tiene como principal función establecer un contexto riguroso para analizar y explicar la realidad, además de cuantificar hasta qué punto y cómo lo que creemos que está pasando es así. Si te gusta el fútbol y ves jugar al Real Madrid, sabes que cambiar al cerebro del equipo por otro delantero centro ha de modificar el rendimiento en fondo y forma. Es decir, es ‘sencillo’ reconocer que todo el juego del equipo, tanto teniendo el balón como recuperándolo, es diferente. Y por ahora, hasta nueva orden, el Real Madrid está jugando peor. Para visualizar de qué forma el Real Madrid viene jugando así, recurrimos a múltiples métricas y mapas gráficos para comprender un cambio.
Es cuestión de tiempo que el Real Madrid encuentre mejores conexiones, se estabilice, juegue con menos precipitación y los jugadores arranquen definitivamente a nivel físico, peor mientras eso llega, es evidente que la producción ofensiva ha caído por el momento a más de la mitad en goles por 90 minutos y una producción considerablemente menor en Goles Esperados. Hay menos ataques, menos peligrosos y que involucran a menos futbolistas. Todo es más discontinuo e individual. Peor si nos paramos métrica a métrica encontramos información relevante.
Llama la atención el número de progresiones de balón en el último tercio: 76 en la 23/24 por 62.5 en la actual. Un indicador que representa un menor número de ataques y menores recuperaciones en campo contrario. Menos dominio y menos precisión. En lo que respecta a métricas de pase, como vemos debajo, el Real Madrid realiza pases más largos, en concreto, de media, de tres metros más, una distancia enorme en contexto de juego y los promedios de los equipos. Pases más largos comprometen la precisión y el dominio, donde Kroos controlaba el tempo de las posesiones.
Algo parecido ocurre con las posesiones de +10 pases: 18.4 por 90′ en la actual temporada, por 21 posesiones en la temporada pasada. Además se juega un pase largo por cada 12.6 pases, por los 18.7 que se daban de media antes de hacer un pase largo. El equipo es mucho más vertical, intentando buscar la velocidad de Mbappé, Vinicius, Valverde, Rodrygo, Bellingham o Camavinga. El resumen es fácil de llegar a él: menos control a cambio de un mayor desequilibrio individual. En los siguientes mapas podemos tener más pistas de donde está dando los pases el Real Madrid.
Pases del Real Madrid por zonas – Temporada 2023/24 (con Kroos)
Pases del Real Madrid por zonas – Temporada 2024/25 (sin Kroos)
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