El paso de Erik ten Hag por el United contiene demasiados detalles que hacen de su análisis una tarea más complicada en comparación a lo que el rendimiento actual de los reds nos sugiere. Sin embargo, tras dos años y medio hay un hecho: era un proyecto alargado de manera inexplicable tras una renovación de contrato que terminaría dándole a Ten Hag solo 13 partidos más en el cargo. Eso sí, con un gasto veraniego de más de 200 millones de libras.
El motivo principal de esta renovación parece revelarse poco a poco con mayor lucidez: los entrenadores que había disponibles en verano para empezar la reconstrucción del equipo no convencieron a la nueva dirección. Lo que nos lleva a preguntarnos por qué la destitución sucede ahora si las opciones son las mismas, salvo Tuchel, que las que había en verano.
Pero alguien tendrá que entrenar al Manchester United, entonces. Vamos a ver cuáles son las opciones que supuestamente baraja el equipo red:
Ruben Amorim – 39 años – Sporting CP
Vamos a entrar en detalle en la opción Amorim porque parece la más factible. Sobre Amorim, y antes de meter el bisturí, hay que decir una cosa: es inamovible en su planteamiento inicial. Siempre sale con tres centrales. Esto marca una primera gran diferencia con ten Hag, que ha ido variando sus esquemas sin mucho éxito.
El técnico portugués, que visitó hace varios años las instalaciones del club mancuniano invitado por José Mourinho, tiene bastantes similitudes con Erik ten Hag en un aspecto del juego: la presión alta. Ambos quieren recuperar el balón en situaciones muy favorables. De hecho, el Manchester United promedió más recuperaciones altas (recuperaciones en los últimos 40 metros de campo) y más recuperaciones en campo con contrario por partido.
Sin embargo, demostró ser un equipo poco compacto e irregular: muchas recuperaciones altas pero poca intensidad sin balón (mezcla partidos de presionar muy alto con otros de bloque bajo).
En cambio, el Sporting trabaja como un acordeón: viaja junto porque recupera alto y no se parte (el 55.3% de las acciones defensivas de todo el equipo son altas) y su PPDA está por encima de la media, lo que nos dice que es un equipo bastante intenso que quiere recuperar rápido la pelota para tener fases largas de posesión de balón. El equipo portugués promedia un 58.6% de posesión. Con ten Hag, el United tenía la pelota un 49.9% del tiempo.
Diríamos que el United utiliza la presión de manera ofensiva, porque recupera alto para atacar inmediatamente, y el Sporting de Amorim la utiliza para defenderse, es decir, para evitar que el rival tenga la posesión, porque luego quiere acumular muchos pases.
Todo esto teniendo en cuenta que el nivel de la liga portuguesa es considerablemente más bajo que el de la Premier League y que Amorim podría cambiar su libreto de juego si llegase al Manchester United. Esto también aplica a las distintas fases ofensivas. Aunque debería serlo, el United no es un equipo dominador en la Premier League, ni por status actual ni por su manera de jugar. Solo hay que coger un mapa de pases de un partido cualquiera para comparar a los dos equipos: las posiciones medias de los toques de cada jugador del United pintan un esquema situado en campo propio y bajo.
En cambio, en el Sporting la línea defensiva es más alta, los carrileros ganan amplitud y son profundos y los atacantes combinan por dentro y principalmente se juntan en un lado para dejar libre el otro.
A principios de la temporada pasada ten Hag admitió que quería que su United fuese el equipo que mejor contragolpeaba de mundo. El punto de partida estaba claro. Como ya vimos, el United replegó y buscó transitar con velocidad. Por eso promedió menos pases por remate que el equipo portugués (un remate por cada 31.7 pases) y los momentos en campo rival fueron menos constantes (47 progresiones de balón en el último tercio y 28.3 toques en área rival por partido).
En los mapas de remates, reducidos a situaciones en jugada, sin contar contragolpes o jugadas individuales, podemos ver el impactante contraste que existe entre uno y otro equipo a la hora de crear oportunidades de gol. Ante la incapacidad de generarle un contexto favorable a su equipo ante rivales que le dejaban proponer, Ten Hag confió todo al contragolpe y a la acción individual: el 22.8% de los goles del United 23/24 llegaron por estas dos vías. Solo un 45.6% de ellos se consiguieron a través de jugadas elaboradas como equipo.
Amorim parece ser capaz de entrenar estas situaciones con mayor éxito: un 60.4% de los goles del equipo portugués fueron en jugadas y solo un 16.5% llegaron en contragolpe o en jugada individual. Por su afán de defenderse con el balón e ir hilando pases sin prisa, aunque tampoco con mucha calma, el Sporting es capaz de generar situaciones de peligro en jugada colectiva.
El cómo se vaya a adaptar Amorim a un contexto muy complejo siendo un entrenador con principios bastante fija¡os en torno a su idea principal es la principal duda que deberían tener los aficionados del equipo. Lo que está claro es que en Portugal le ha ido de maravilla.
¿Y si no fuese Amorim?
Thomas Frank – Brentford – 51 años
El danés es una de las opciones que barajan los medios ingleses. Ha sonado para varias de las vacantes que se han ido sucediendo en los equipos del famosos Top 6. Aunque su Brentford sea un equipo rocoso, de contragolpe y que saca mucho rédito del balón parado, cuando, en Championship, tuvo jugadores por encima del nivel medio, el Brentford de Frank dominaba la posesión y asumía otros registros muy diferentes. Es un entrenador camaleónico que se adapta muy bien a sus circunstancias.
Quizás no es el entrenador con el que un equipo top se lanzaría a por un nuevo proyecto sino un punto intermedio para regenerar durante una serie de años. Sería otro entrenador que parte con una línea de 3 centrales.
Sebastian Hoeneß – Stuttgart – 42 años
En sus primeras dos temporadas en Bundesliga, Hoeness consiguió dos meriotorias clasificaciones en mitad de tabla para el Hoffenheim. En la primera terminó 11º con un promedio de 1.26 puntos por partido y en la segunda, 9º con 1.35 puntos. En su primera temporada completa en el Stuttgart, la 23/24, promedió 2.15 puntos por partido y terminó 2º en Bundesliga, por encima del Bayern.
El técnico de Múnich destaca por hacer que sus equipos sean pacientes con balón (el año pasado promedio 5.06 pases por posesión, 19.4 pases por cada balón largo y 60.2% de posesión, cifras que están en el 10% más alto entre los equipos de las cinco principales ligas europeas).
Sus números defensivos deberían mejorar si llegase al United, y sería con mucho riesgo pero también mucho éxito de salir bien.
Kieran McKenna – Ipswich Town – 38 años
Las conexiones con el Manchester United, fue asistente de Mourinho, y entrenador de los U18 del equipo red, hacen de McKenna un blanco fácil, pero su rendimiento lo avala. Cogió las riendas de un histórico como el Ipswich Town que vagaba por League One y en su primera temporada completa lo ascendió a Championship. Al año siguiente, hizo lo mismo y ahora entrena a los Tractor Boys en Premier League. En este caso, lo ideal sería que tuviese un poco más de margen para probarse en la máxima competición del fútbol inglés, pero el United podría replicar lo que hizo el Arsenal con Arteta, que era asistente de Guardiola y no tenía experiencia como número uno, algo que sí sucede en este caso.