Para los entrenadores es tan importante tener un plan A que funcione como recursos y lectura para poder cambiar los partidos cuando las cosas no van como uno desea. Muchos jugadores han tenido prolíficas carreras siendo el jugador número 12. Aquel que siempre esperaba su oportunidad en el banquillo. Esa función de revulsivo que permite agitar los encuentros, dar puntos, generar peligró y cambiar las dinámicas se convierte en un elemento imprescindible a lo largo de la temporada. En Driblab hemos querido ver quienes son los ‘game-changers’ de las grandes ligas, esos jugadores que rompen con lo establecido y que dan una marcha más desde el banquillo. Para eso, hemos comprobado el peligro que generan tanto de goles esperados como de asistencias esperadas por cada 90 minutos jugados como suplentes (mínimo 250 minutos jugados desde el banquillo) y nos hemos llevado unas cuantas sorpresas:
Los nombres propios que aparecen son los 25 futbolistas que más han generado saliendo desde el banquillo y dentro de ellos podemos hacer una clara diferenciación: los rematadores que generan goles esperados, que dan esa dosis de intensidad en los metros finales, y que aparecen con un fondo verde en la imagen; y aquellos pasadores que desde el banquillo aportan visión de juego y generan las ocasiones para que otro remate (crean asistencias esperadas) que aparecen con un fondo azul en nuestro gráfico. En medio están los futbolistas más completos, aquellos que aportan en ambas facetas. Nuestra sorpresa ha sido ver lo difícil que resulta para aquellos jugadores de último pase aportar tanto desde el banquillo. De los 25 mejores revulsivos, sólo cuatro superan la cifra de 1 asistencia esperada por cada 90 minutos. Algo que en los rematadores es bastante más frecuente.
Una gráfica que encumbra a Paco Alcácer (BVB) como el jugador más influyente desde el banquillo seguido de Joaquín Correa (Lazio), Adam Szalai (Hoffenheim) y dos ilustres como Gabriel Jesus (Man City), cuarto, y Federico Bernardeschi (Juventus), quinto. Sorprende que el Arsenal haya permitido a Aaron Ramsey irse gratis este verano viendo lo difícil que resulta tener un pasador capaz de influir así desde el banquillo.